header-photo

Diario India '09 - Día 2

Domingo 9 Agosto
LONDON - BAHRAIN - DELHI

El día... realmente no sé dónde separar el día de ayer de el de hoy. Pondré que empieza con el desayuno del avión, por poner algo como referencia. Desde la ventanita del avión se veía todo el desierto que estábamos atravesando, con sus casitas todas diseminadas. Y mientras, íbamos nosotros siguiendo la ruta a través del mapa que aparecía en las pantallas personales de cada asiento. Durante el viaje, Santi y yo estuvimos hablando de teorías del tiempo y de su relatividad, de cómo se separan y se marcan las franjas horarias en el mundo, y de lo mal que está el que haya la misma diferencia horaria de España con Londres, que con Bahrain.

¡Desembarcamos! Oficialmente no puedo decir que piso un país nuevo, ya que el aeropuerto es territorio internacional, pero desde la sala de espera se pueden ver las afueras del país, y sus increíbles rascacielos. Lo que más le llama a uno la atención: todas las mujeres que hay con el burka.

Lo peor de las escalas internacionales, es que al final no sabes qué hacer para matar el tiempo en el aeropuerto. No tienes otra opción que dedicarte a dar paseillos por toda la terminal, mirando puestos, tiendas... En un principio teníamos 5 horas de escala, pero justo cuanto estábamos a punto de embarcar, de echo ya habíamos pasado el puesto de control, nos vienen diciendo que el avión se ha estropeado, que lo tienen que cambiar y que en vez de salir a las 12:20 tenemos que esperar hasta las 13:45.

Así que todos a cambiar de puerta de embarque. Por suerte, nos hemos juntado con un grupo de españoles en nuestra misma situación, y estamos intercambiando opiniones. Por lo menos, te distraes un poquito.

¿Llegaremos a Delhi hoy? ¿Y nuestras mochilas?

Al final hemos embarcado. Unas 4 horas de vuelo, con ataque epiléptico de un pasajero incluido. Aterrizamos, y entonces hemos tenido que pasar por un control de la gripe A. Gracias a Dios las mochilas llegaron bien. Y tras cambiar un poco de dinero a rupias, nos fuimos a buscar un medio de transporte hacia la ciudad. Suerte que nos cruzamos con una pareja de catalanes con los que hemos cogido un taxi compartido hasta la zona del albergue. ¡Qué manera de conducir que tienen aquí! ¡Esto es como un suicidio colectivo! El conductor paró un momento a repostar, y luego no le arrancaba el motor del coche, y se puso a conectar el cable de la batería a mano. Luego encima no sabía dónde caía nuestro albergue... y de mientras nos asaltaban cientos de indios intentando llevarnos a otro hostal... y nuestro conductor que por poco nos quería dejar ahí tirados en medio de nosedónde. Pero menos mal que allí estaba yo para imponer el orden y el respeto y no me dejé timar. Ya había leído mucho en las guías al respecto (al menos, ¡no dejarnos timar a la primera de cambio!)

Al final llegamos al hotel New King, y allí que oigo a lo lejos un "¡Alma de polloooo!". Era la señal de que ya estábamos todos ; )

0 comentarios:

Publicar un comentario